EL (POSIBLE) CESE DE TOMÉ

Foto: AFP

Ya lo decía el maestro.. el fútbol es así. Un deporte apasionante cuya penetración social excede con mucho el ámbito deportivo y en el que las decisiones de deportistas, técnicos o directivas son siempre controvertidas. Montse Tomé será, casi con seguridad, relevada esta próxima semana de su puesto de seleccionadora. O, para ser más exactos, no será renovada en esta responsabilidad. Según se cuenta en los cenáculos más informados, el puesto lo ocupará Sonia Bermúdez, actual seleccionadora Sub-19, aunque también hay quienes señalan a José Luis Sánchez Vera, que ganó la Liga con el Atlético de Madrid y abandonó la Real Sociedad al final de esta temporada tras un paso no demasiado exitoso.

Si nos limitamos a analizar los resultados deportivos podría extrañar que alguien ponga en duda la continuidad de la seleccionadora. El combinado nacional ha sido campeón de la Nations League, quedó cuarto en los JJ.OO. y, recientemente, subcampeón de Europa. Esto le ha valido volver a aparecer en el número uno del ranking FIFA. Ninguna de las “grandes” del fútbol femenino mundial ha conseguido mantenerse en las cuatro primeras posiciones en todas las competiciones. España, sí. En el último Europeo sólo los penaltis la separaron de la corona. Ganó todos los partidos excepto el último y, en la mayor parte del torneo, con un juego divertido, eficaz y talentoso. España es una fuente inagotable de talento futbolístico con un plantel exquisito de jugadoras que justifican estos resultados si bien en raras ocasiones la calidad de las o los deportistas es suficiente para afrontar con éxito los retos.

Pero el fútbol es más que resultados. Es expectativa, sentimiento grupal y ruido. Mucho, mucho ruido. Y Tomé, pese a sus esfuerzos y a que en el último mes parecía haberlo conseguido, nunca logró acallar el ruido. Aquél 25 de agosto de 2023 Montse Tomé aplaudió a Rubiales y esa imagen la ha perseguido estos dos años. No fue la única. También lo hicieron De la Fuente o la propia Sonia Bermúdez sentada a la diestra de Tomé. Pero la asturiana era la número dos de Vilda y le sucedió en el cargo con “el cadáver” aún caliente, así que su dimisión junto a la práctica totalidad del staff femenino, al día siguiente de la vergonzosa asamblea organizada por Rubiales, no fue gesto suficiente para valer el perdón que otros parecen haber conseguido.

A Tomé se le ha dado poca tregua en estos dos años. Desde los difíciles inicios con la convocatoria rechazada por varias jugadoras y las reuniones interminables entre una Federación “en precario” y el CSD hasta la paz del último Europeo parece que ha pasado un siglo, pero ha sido un siglo que ha dado poca paz a la seleccionadora. Criticada en el éxito o en lo que se veía como un fracaso, en las decisiones tomadas y en las que dejaba de tomar, en la gestión de grupo, en los cambios y en las convocatorias, fueran aquellas cuales fueran. Pese a ello Tomé parecía ajena a las críticas y no puede negarse que asumiera riesgos y llevase adelante cambios que, seguramente, eran imprescindibles y serán asumidos ya por quien la sustituya.

El primero fue la no convocatoria de Jenni Hermoso. La jugadora, enrolada hoy en el Tigres mexicano, es mucho más que una delantera; es un auténtico símbolo para el fútbol femenino español. Por ello aceptó de mala gana el papel secundario en la convocatoria y aún peor no estar entre las elegidas para la Eurocopa. Sin embargo, la sustitución de Hermoso posiblemente sea irreversible en esta fábrica de talento nacional, más teniendo en cuenta que la futbolista milita en una liga muy alejada de los estándares europeos o de USA y las excelentes prestaciones que han dado Esther, Martin Prieto, Pina, o Athenea. Pero nada hay más costoso que sustituir a un símbolo. Que se lo pregunten a Luis Aragonés sometido en su día a un vapuleo nacional tras no convocar a Raúl González, hasta entonces capitán del combinado español.

Con todo, el mayor logro de la seleccionadora ha sido precisamente la transición entre una generación de oro y otra que asoma para emularla así como rescatar a jugadoras talentosas que no tenían entrada hasta entonces. Además, consiguió la vuelta de otras como Patri Guijarro, núcleo duro de la oposición a Vilda y Rubiales, y que terminó siendo santo y seña de la selección. Tomé consiguió cohesionar un equipo rebosante de calidad y ávido del balón. Repartió galones en un centro del campo de ensueño pero también abrió el foco para dar cabida a otras jugadoras que convirtieron las bandas en dos cuchillos de despiece. La selección desplegó una presión asfixiante robando balones sin descanso y desarmando a los contrarios y la seleccionadora trabajó el balón parado, una de las asignaturas pendientes del combinado. Incluso la gestión del vestuario, especialmente en este último Europeo, parecía haber logrado un grupo unido, cohesionado alrededor del staff y tranquilo.

Sin embargo, la pérdida ante Inglaterra convirtió la paz en ruido, nuevamente. El cambio de Putellas (inexplicable para unos y tardío para otros), la inclusión de Salma (defendida y defenestrada a partes iguales), la sustitución de Athenea (en la que Tomé había confiado cuando pocos lo hacían) o la elección de jugadoras para los penaltis… tienen ustedes alguien mejor que Aitana o Mariona?.  El fútbol es así y el fútbol femenino, también. Tomé, caso de no ser renovada, no sería la primera relevada pese a los buenos resultados deportivos. Al caso de Aragonés podríamos sumar el de Del Bosque, cesado en el Madrid tras haber conseguido dos campeonatos de Europa y dos Ligas en cuatro años. Valverde fue cesado del Barça tras haber ganado dos Ligas, una Copa y una Supercopa en un Barcelona que no superaba la “presencia” de Luis Enrique.

Así pues, quien sustituya a Montse Tomé será recibida (o recibido) con albricias pero tendrá la obligación no sólo de superar los números de la asturiana sino de gestionar con sabiduría las expectativas que, en fútbol en España, son extraordinariamente elevadas. Recibirá un vestuario más tranquilo pero también más diverso, con la llegada de nuevas voces. Y se enfrentará al primer test en octubre con las semifinales de la Nations League, con el reto de mantener el título ganado en 2024. Las expectativas, siempre las expectativas. Y el ruido, claro.

Publicado por Mar Barcon Sanchez

Madre, médico, socialista, coruñesa nacida en Ortigueira. Razonablemente feliz.

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