YOU’LL NEVER WALK ALONE

En agosto de 2015 Jürgen Klopp rechazó una multimillonaria oferta del Olympique de Marsella. El Club francés vivía un momento para olvidar e intentaba buscar un recambio para Bielsa, pese a que el argentino estaba realizando la pretemporada con el equipo, pero la desafección era de tal magnitud que sólo resistiría el primer partido de la Liga gala. Klopp rehusó hacerse cargo del equipo y decidió prolongar el año sabático que disfrutaba tras haber abandonado el Borussia Dortmund, el club al que había rescatado y llevado, en cinco años, a la élite del balompié europeo. Dos meses después, el 8 de octubre, Klopp firmará como entrenador del Liverpool.

El Liverpool había sido fundado en 1892 y desde entonces perteneció a la “aristocracia” del fútbol inglés. Su estadio de Anfield, su apodo, “the reds”, su afición y su himno forman parte del patrimonio del fútbol mundial, peor hacía años que la luz y la magia se habían apagado y el Liverpool no había sido capaz ni de cogerle el ritmo a la Premier ni de acomodar su estructura a los nuevos tiempos del fútbol inglés. En 2010, al borde de la bancarrota, el capital americano a del Fenway Sports Group se hace con la propiedad del mítico Club, intentando remontarlo y encomendándolo a Kenny Dalglish, histórico jugador que ya había sido su entrenador tiempo atrás. Lejos quedaban los éxitos en Europa del “spanish Liverpool” de Rafa Benítez, que los convirtió en campeones de Europa en 2005, y más lejos aún la última liga inglesa que habían ganado, en 1990. La cosa no estaba fácil, con el capital árabe y ruso llenando las arcas de sus rivales, pero en 2015 llegó Klopp, y ahí empezó todo, de nuevo.

El alemán era el tercer entrenador no británico en la historia del Club. Su carrera y su trabajo en el Borussia le habían convertido en uno de los entrenadores de moda. Al principio sus éxitos se centraron en las competiciones europeas pero en la temporada 2018-19 ya amenazó el trono del City con un segundo puesto en la Premier, al tiempo que se convertía en Campeón de la Champions en la final inglesa frente al Totteham. El Wanda Metropolitano esperaba una final española pero los ingleses demostraron su poderío colocando a los dos equipos en la final. Salah y Klopp no dieron opción. Con todo, lo mejor estaba por llegar. La temporada 2019-20 ha sido, seguramente, la más extraña del fútbol europeo a cuenta de la pandemia provocada por el Covid-19. No obstante, en Inglaterra, el Liverpool protagonizó una suerte de paseo militar sin apenas opciones para sus rivales.

Ayer, la derrota del City le convirtió en Campeón a falta de varias semanas de competición. Los abrazos fueron comedidos, las sonrisas amplias. Anfield acogió poco antes, vacío, la última goleada de los campeones. En las gradas no rugían los hooligans prometiendo acompañarles eternamente, pero los “rojos” volvieron a convertirse en campeones treinta años después.. Klopp lloró y millones de aficionados en todo el mundo sonrieron. El fútbol rápido, abierto, intenso y feliz del Liverpool ha conquistado, de nuevo, medio mundo. Y en el cielo, seguro, Michael Robinson se corrió una juerga de campeonato. La ocasión bien la merecía.

Publicado por Mar Barcon Sanchez

Madre, médico, socialista, coruñesa nacida en Ortigueira. Razonablemente feliz.

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